Por el placer de estar juntas hacemos juegos con palabras. Nos reunimos una vez por semana y entre café y cosas ricas, creamos letras en libertad.

viernes, 3 de agosto de 2012

El mundo en miniatura







Los días que estábamos aislados, por las contínuas nevadas, nuestra casa era todo el mundo.


La vida cotidiana, la vivíamos sin horarios. Las clases se suspendían, para mí y mis hermanos todo eso resultaba muy agradable.

Mis padres se dedicaban a tareas que dejaban para los días de incesantes nevadas

Mi madre cosía pilas de ropa y mi padre en el taller, fabricaba algún modelo de zapato. Luego los estrenaría mi hermana, con gusto pues tenían tacón y plataforma.

Yo, la pequeña, tenía mi mundo propio, como siempre creando mundos de fantasia (por aquel entonces no sabía que eso, muchos años después se tranformaría en relatos escritos).

En los días de encierro abría sigilosamente la puerta de la huerta, fascinada disfrutaba el hermoso paisaje blanco.

La altura que la nieve dejaba sobre el suelo, era perfecta para introducir un palo y poco a poco hacia un túnel en el que transitaba un tren imaginario y mi constante chucuuu… chucuu despertaba al gato dormilón.

Mis hermanos fabricaban pelotas de trapo con los retazos que tiraba mi madre al lado de máquina de coser. Las ataban con lana del tejido de mi hermana. El partido empezaba en el patio hasta que la pelota quedaba convertida en hilachas.

Cuando se agotaban los juegos con placer

escuchábamos el llamado de mi madre.

-¡A comer!

Después de la comida nos sentábamos a mirar por la ventana cómo la nieve reposaba en los árboles y los caminos se hacían intransitables.

Días de placentero encierro, con gusto a castañas asadas.



© Remedios Pernas


® Birlibirloque


18 / 1 / 12

2 comentarios:

Gonzalo dijo...

Muy buen relato, me gustaría poder disfrutar de un día así en la nieve comiendo castañas tostadas como las que comía en España de chico.

abu dijo...

A mi me alegra que no te olvides de esas cosas pequeñas que te pasaron de chico, yo ahora las recuerdo más.
Gracias por tu comentario
te requiero
abu