Por el placer de estar juntas hacemos juegos con palabras. Nos reunimos una vez por semana y entre café y cosas ricas, creamos letras en libertad.

lunes, 24 de noviembre de 2008

Malena y Lucas









…y la abuela?... la vocesita despierta el silencio de la casa
abuela recorre el pasillo, desemboca en mis ávidos oídos, se aloja en mi centro,
carrera de pies pequeños...
una cabecita se asoma ...
…¡aca tá! Sonrisas, besos y alegría encontradas

...¿vamos a paque?
Bueno ¿llevamos la pelota? ¡vale! ( ataque de ternura)
…!Aguela ven! Jugamos al pilla-pilla? No, mejor al escondite tu cuentas y Lucas y io nos escondemos, ¿vale? (otro ataque)
Juego al escondite, un, dos, tres …nos esconde un océano, miles de kilómetros nos alejan, ¿designio de familia?

Pensé en mi abuela... veintinueve, ¡treinta! Punto y coma el que no se escondió se embroma (fluye solo de mi boca )
Busco ... busco retener en mi mente sus caritas, la picardía de sus ojos.
A ver… me parece que por aquí ví algo.
Lucas sale corriendo no puede permanecer escondido, yo tampoco, quiero estar
presente en sus vidas, ganarle al tiempo, vivir aprisa los interminables meses que nos van a separar...
!piedra libre aguela! He llegado antes que tú. Male salta de gozo por el triunfo, niña adorada.
Ahora cuento io y tú te escondes ¿vale?
Corremos con Lucas, tengo su manito entre las mías, nos hacemos pequeños en un sitio, !shhhhh! no hay que hablar, imita mi gesto, sonrie cómplice …
quiero detener el reloj … esperamos ...

Otra vez mi mente vuelve a mi abuela ...
solo unas fotos y un pañuelo , un delicado pañuelo hecho por ella ... el arcón con las cosas dedicadas para su nieta lejana se deshizo bajo el fósforo de aquella bomba …

¡Piedra libre la aguela y Lucas!
Plaza Mayor, la Gran Vía, mañana de sol en la Plaza de Oriente , cambio de guardia en el Palacio Real , ¿soy turista?
Juntamos hojas de otoño con Male para llevar al colegio , jazmines de primavera en mi patio, olor a paraísos … ¿en qué estación vivo?
Ven abuela ¿jugamos con el rompecabezas? …
así está mi cabeza uniendo pedacitos de vida separados por la lejanía.
¡La abuela se va! …

y ¿poqué? Porque vive lejos ...

y ¿poqué? Porque tiene su casa en Buenos Aires …

y ¿poqué? … porque va a ver a su perro y a su gato…

¡vale!

Nos abrazamos con Flor , nuestra vida está llena de despedidas, ¿cuántas van?
Y ¿cuántas quedan?
Se funde el abrazo, la escondo en mi pecho.
Sobrevuelo sus cabecitas dormidas. ¿Sueñan? ¿Qué sueñan?
Yo solo sueño con volver a verlos


© Erica Schworer
La abuela Erica
11/11/08

® Birlibirloque

La obstinación de Jabalina





Jabalina es dueña de ojos negros, enormes y profundos, con pestañas sedosas.
Hace visitas de continuo, aunque nadie la invite ni la reciba con agrado.
Ronda al elegido astutamente, haciéndole saber que suya será la última palabra.
Se manifiesta de manera diversa: como un ahogo, un vahído, borbotones en el pecho, una melancolía profunda.
A veces de una sola cita logra su objetivo, dejando a su víctima con un gesto de asombro…
Cada quien la elude como puede. Jugando a distraerla de sus malas intenciones. Cantan, ríen, leen o escriben.
Entonces se esconde en los rincones a esperar que se avente el desvarío…
Y finalmente se resuelve el acertijo.
Siempre es Ella, la cazadora, y a su tiempo uno, la presa.




© Lidia A. González

® Birlibirloque

La caza del jabalí




Espectáculos


LA CAZA DEL JABALI.••••
Farsa en tres actos de March Simpson.
8 actrices en escena
Funciones vespertinas
Comedia para toda la familia


Obra compuesta íntegramente por el accionar de las actrices en escena. Nos sorprende porque se renueva y cambia según los estados inspirados de las comediantes, Por momentos, el público es atrapado mágicamente en el puro juego delirante y surrealista basado en la simple espontaneidad.
La historia, a veces lenta, se va desgranando impulsivamente llegando casi a una visión cosmogónica o mística de la realidad.
Es para destacar de qué manera, estas intérpretes, manejan las cucharas (arma plateada de la acción imaginaria).
Aunque lejos del Rinoceronte de Ionesco, en el vórtice de la trama estos personajes con coraje, nos transportan a estados subconscientes dignos del más puro análisis lacaniano.
Realizada en clave de clown pero sin música, los libros rodean todo el tiempo a las protagonistas sin sacarles, por supuesto el debido protagonismo.

• Para ver.
Informes: http:// bir-libir-loque.blogspot.com


© Carolina Menapace
® Birlibirloque

Jabalí





Eres sagaz astuto salvaje
abstracto
sin verte te presiento
como un recuerdo vano
quisiera sacarte de mi mente
desterrar esa presencia innecesaria
carente de esperanzas

jabalí vives en un mundo imaginario
quisiera que abandones para siempre
este lugar que es mío y no te pertenece
(perdido por tu indiferencia
o quizás por tu salvaje valentía)

jabalí eres como un amante no deseado
a veces nube pasajera
otras nubes negras de tormenta
inrrumpes en mí como salvaje
luego te transformas
y deslizas suave cariñoso

jabalí
eres un recuerdo insistente
te vas y regresas a interrumpir mi dicha
y todo se desmorona
como una ola
que estalla entre las rocas


© Remedios Pernas
6 / 10 /08

® Birlibirloque

Paciente solo






María me espera, sabe que puede contar conmigo. Esta pequeña mujer vive en la cama de hospital, tal vez sus últimos días. Lo sabe.
Los médicos dan sus diagnósticos, yo sé que es vejez.
Cuando ve mi rosada indumentaria, mueve su mano llamándome, desde el otro extremo de la sala. Y yo voy directo a ella.
Tengo muchos enfermos que confortar, pero María no tiene visitas.
Todo enfermo tiene un hijo, un padre, una novia o vecina que trae noticias, pasta de dientes, revistas, algo rico autorizado y casero, pero María es una dama sola que muere.
Al sentirme cerca sonríe, y su mano flaca y añosa busca la mía también flaca y añosa y nos mantenemos así, apretadamente juntas.
Me siento, no tengo apuro y quiero que lo sepa.
A mi oído adiestrado en anteriores encuentros no le dificulta entender su fatigoso y desdentado relato.
María no teme, y quiere que yo lo sepa. Está serena, sabe que ha vivido, que está muriendo, y quiere compartir conmigo sus recuerdos.
La sala de hospital se va poblando: un papá italiano de risa estruendosa, una mamá con sombrero de pana, un esposo alto, bello, que la amó tanto, una hija de piernas flacas y flequillo, sus hermanas, una que reía como el padre, la otra con los ojos de la madre.
Y ahora están todos ellos rodeando su cama, María les da vida, los extraña, ellos le dan vida, la esperan.
De pronto calla, su recuerdo vuela y su palabra es lenta, pero se deleita con la música que escuchaba junto a su madre. La orquesta en pleno rodea su cama. Y es tan potente que tapa los llamados a médicos de los parlantes. Todo se sofoca ahora por la risa estruendosa del padre.
Colita ladra, corre por el pasillo hacia su cama, se pone en dos patitas y busca que su ama la suba con ella.
Interrumpe Inecita, su hija que acurrucada junto a su cuerpo y abrazándola con una pierna, pregunta: “¿Porqué en tus ojos hay dos Inés?” y María festeja con carcajadas.
La sala de hospital se llena ahora de olores. A naranja e higo, a compota, a pan recién horneado, a manteca casera, a perro mojado, a bebé, su bebé, a tierra después de la lluvia, a peperina.
Cuando a María la debilidad la frena, soy yo que traigo esos personajes sonidos y olores que conozco bien, y se los ofrezco.
Y como quien la arropa, le traigo a Colita, mojada sacudiéndose, salpicándola, pidiéndole estar en la cama con ella.
A Inesita, experta peluquera que juega a un champú, corte y peinado, a mamá con sus manos llenas de masa, preparando ravioles.
María se duerme, su mano se aligera en la mía.
Me quedo a su lado un ratito más por si acaso.
Ahora María es una dama que duerme, yo soy una dama rosada, y este es momento de acompañar a otros enfermos.



© Irma Acuña
Junio 07

® Birlibirloque

Publicidad en medio de la vida





Me gusta viajar en subte.
Siempre hay gente interesante. Además las propagandas son Súper.
De repente aparecen dos jóvenes en overoles azules, cajas de herramientas. Anuncian que van a arreglar los problemas que haya en los vagones. Mientras se preparan, efectúan su show.
Primero comienzan una canción, luego hacen malabares, nos ilustran sobre las novedades, del mensaje que el vagón transmite, hablan de lo bueno que es sonreír, estar contento, saludarse, amarse siempre. Saludan, caminan uno detrás de otro en paso de baile y pasan la gorra agradeciendo.
Claro que detrás continúa la chica de la cicatriz por quemadura pidiendo para pagarse sus operaciones, o los chicos que tocan el acordeón con versos graciosos.
Por supuesto que para mí son carteles de propaganda de la vida, a los que debo prestar atención, porque la vida continúa con su bella y amarga sonrisa.


© María Elsa Bravo

® Birlibirloque

Maquillaje



“No, no es cielo ni es azul
Ni es cierto tu candor
Ni al fin tu juventud...”

Atilio Stampone



Ayudado por su asistente, Brandon ciñe la faja que usa para aplanar el abdomen; se observa de frente y de perfil ante el espejo y exclama: ¡Qué pinta varón!” El ayudante dice enarcando una ceja: “Impactante!”
El cantante retoca su maquillaje, se pasa una mano por el jopo y canturrea: “Fina estampa, caballero de fina estampa…” da unos pasos de baile, ríe entre dientes mientras se pone el saco de solapas con brillo y abandona el camarín.
Cuando entra al escenario lo recibe una ovación interminable; canta como nunca o al menos así lo cree él y los cientos de fanáticas que maquilladas con exceso, roja la boca, verde las ojeras, aúllan de pasión y corean su nombre, agitan pañuelos, levantan encendedores conteniendo las lágrimas para que no se les corra el rimel y el carmín de las mejillas. Él sigue adelante y en un momento determinado al inclinarse en el escenario se encuentra con ellas cara a cara, siente un dolor insoportable en el estómago, termina como puede la actuación y tras saludar varias veces y recibir una lluvia de flores, de chales y bombachas abandona aturdido el escenario.
En el pasillo lo esperan algunas admiradoras que han podido burlar la custodia, una de ellas se abre paso ente las otras a codazos, se le planta adelante y le dice emocionada enarbolando una foto “¡Brandon, Brandon, aquí estoy, no podía faltar, lo nuestro fue tan intenso!”
Brandon mira a esa mujer gorda, avejentada, teñida y balbucea: “No me acuerdo...”
“Soy María, la del club Defensores, allá en Rosario”, y le tiende la foto. En efecto allí está él, abrazado a una morocha espectacular, los dos sonrientes, hermosos, treinta años más jóvenes, contempla la imagen, luego a ella y le dice consternado: “¡ Qué nos pasó María?!”


© Myrta Zweifel

® Birlibirloque

Quiero que sepas





Quiero que sepas:

Para un bodoque como vos, lo mejor es desearle una úlcera o tal vez, que un gusano zombi con manías de persecución y hambruna de siglos, te recorra el cerebro, te alucine con serpientes de fuego y creas que sos un super héroe de tu pantalla chica (El infierno de colores que habla todo el día como un pariente loco)
La locura no alcanza para que dejes de ser un fiasco, un cretino trepador.
Me aparté de tu yugo, necio hazmerreír. Ya no aguanto esas palabras de tecnócrata amateur, todos los halagos que hacés a quienes abren las puertas del escándalo y creen tus pusilánimes frases.
Conquistaste el mundo lelo.
Por suerte, gracias a los dioses o a mi hartazgo, dí el saltito a tiempo.
Estoy fuera de la influencia de tu loca idea: conducir la imaginación de la humanidad hacia el uniformismo.
¿Y el futuro?
Ya fue dicho: el futuro ya no es lo que era antes. Gracias a energúmenos como vos. Que hablan, dibujan imágenes pero no saben leer. Tu reino es muy limitado
Quizás no tengas culpa. Sos una caja de sorpresas que la tecnología modifica para atraer espectadores. Tu sagrado nombre: Televisor.







© Cecilia Ortiz
® Birlibirloque