
Las nubes lagrimean, el río está triste,
sus olas pequeñas golpean las piedras.
Las piedras alojan sus gemidos
los retrotraen y devuelven
(con gotas asimétricas)
a juntarse con el resto
que incoloras, dolientes,
persisten en el tiempo.
Valientes.
El sol cuando salga nuevamente
teñirá de azul calmo
-milagro diario-
sonreirá con pléyades rugientes.
Otro invierno se irá como los vientos
surgirá la primavera, las hojas cubrirán tus olas,
acariciando
suavemente el marrón vívido de tus aguas.
© María Elsa Bravo
® Birlibirloque
sus olas pequeñas golpean las piedras.
Las piedras alojan sus gemidos
los retrotraen y devuelven
(con gotas asimétricas)
a juntarse con el resto
que incoloras, dolientes,
persisten en el tiempo.
Valientes.
El sol cuando salga nuevamente
teñirá de azul calmo
-milagro diario-
sonreirá con pléyades rugientes.
Otro invierno se irá como los vientos
surgirá la primavera, las hojas cubrirán tus olas,
acariciando
suavemente el marrón vívido de tus aguas.
© María Elsa Bravo
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