
Recorro tierra y mar
para contemplarlo
y él con su desnudez,
con su presencia
me atraviesa el alma.
lo miro y lo admiro
pero su mirada cardiaca y pétrea
está fija en su enemigo
Es un encuentro de lucha desigual
que ocurrirá en un instante
congelado en el tiempo
sostenido en el mito
contado en piedra y talento.
Y también lo admiro a él
capaz de cincelar belleza
Ha marcado en piedra un cuerpo nuevo
una fuerza joven
gestos y mirada
que nos cuentan todo
Esa tensión, ese instante de miedo
ese momento en que se juega entero
Nada saben del triunfo que la historia narra
vive eternamente el instante previo
Ese sutil sufrimiento
me insta a que le murmure al oído
con palabras marmóreas:
“Serás quien gane esta contienda”
para contemplarlo
y él con su desnudez,
con su presencia
me atraviesa el alma.
lo miro y lo admiro
pero su mirada cardiaca y pétrea
está fija en su enemigo
Es un encuentro de lucha desigual
que ocurrirá en un instante
congelado en el tiempo
sostenido en el mito
contado en piedra y talento.
Y también lo admiro a él
capaz de cincelar belleza
Ha marcado en piedra un cuerpo nuevo
una fuerza joven
gestos y mirada
que nos cuentan todo
Esa tensión, ese instante de miedo
ese momento en que se juega entero
Nada saben del triunfo que la historia narra
vive eternamente el instante previo
Ese sutil sufrimiento
me insta a que le murmure al oído
con palabras marmóreas:
“Serás quien gane esta contienda”
©Irma Acuña
Noviembre 09
® Birlibirloque
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