
Metió las manos en los bolsillos
en el izquierdo lo encontró.
Secó sus melancólicas lágrimas
y partió.
Era de un pueblo olvidado en la verde y amplia Santa Fe.
De joven gustaba inventarse historias de amor.
Enamorado de las jóvenes, pero tímido,
porque sus amores eran más platónicos que reales.
Pero, había cierta muchacha morena
de ojos soñadores
que solía mirarlo con interés.
Pereyra también había vislumbrado ese brillo
pero no llegó a concretar y quedó
como un soneto inconcluso en sus poesías lejanas.
® María Elsa Bravo
© Birlibirloque
en el izquierdo lo encontró.
Secó sus melancólicas lágrimas
y partió.
Era de un pueblo olvidado en la verde y amplia Santa Fe.
De joven gustaba inventarse historias de amor.
Enamorado de las jóvenes, pero tímido,
porque sus amores eran más platónicos que reales.
Pero, había cierta muchacha morena
de ojos soñadores
que solía mirarlo con interés.
Pereyra también había vislumbrado ese brillo
pero no llegó a concretar y quedó
como un soneto inconcluso en sus poesías lejanas.
® María Elsa Bravo
© Birlibirloque
1 comentario:
Muy bueno! Este Pereyra muy tímido, no se anima a vivir.Vamos María E., dale un empujoncito!
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