Por el placer de estar juntas hacemos juegos con palabras. Nos reunimos una vez por semana y entre café y cosas ricas, creamos letras en libertad.

martes, 19 de febrero de 2013

La soledad con faroles



 




 

Paisajes del alma, las calles angostas, iglesias y conventos acompañan mi paso desganado a la escuela.
Las calles entraban  en la plaza de la catedral,  yo la cruzaba, por la mañana  para ir a la escuela, cuando las campanas de la catedral tocaban ocho campanadas era señal que llegaba tarde, mis cortas pisadas emprendían una carrera  por el cantón y desembocaba en la calle afilada y fría, sin advertir el oscuro callejón sin faroles.
Atravesaba  la calle comercial con mercerías y boticas, una relojería, y un bar donde tomaban café con tarta unos señores que yo no conocía.  Con la maleta en la mano llegaba a la pequeña escuela, en la que aprendí, sin interés mis primeras letras.
Por la tarde hacia el mismo camino, me detenía distraída  escuchado al mago Merlin, vestido con la túnica negra y el inconfundible gorro de mago, divertía a chicos y ocasionales turistas, maravillados con los fantásticos relatos  que el aseguraba haber vivido.

Me intrigaba sobremanera conocer el callejón oscuro.

Una tarde de verano, cuando regresaba a casa me detuve en la entrada del callejón sin faroles, miré a mí alrededor, estaba sola y avancé con miedo y curiosidad.
Alcancé a caminar unos pasos por el callejón, vi casas viejas, abandonadas, las piedras del camino gastadas separadas por hierbas salpicadas de sol, mis pasos indecisos se detenían por momentos.
Seguí curiosa avanzando por la oscuridad, hasta que escuché unos gemidos, no alcancé a reconocer si eran de un animal o quizás de alguna alma en pena, (como solía contar mi abuela)
Sentí que las piernas se aflojaban, la distancia recorrida me parecía larguísima, busqué desesperada la salida.
Llegué a casa muy asustada, no conté mi pequeña aventura.
Esa noche me pasé a la cama de mi hermana temblando de miedo, la abracé mientras escuchaba sus quejas, en silencio recé el padrenuestro, y me quedé dormida.

Al otro día recordaba la aventura como si fuera un sueño, lo vi a Merlín contando aventuras, miré de reojo el oscuro callejón, y seguí el camino a la escuela.

                                                                     

© Remedios Pernas   16 / 8 / 12

® Birlibirloque

1 comentario:

Mabel dijo...

Hola Mama
Que aventura, no sabia de tus travesuras jajaja. ME ENCANTO. TE FELICITO Y A SEGUIR¡¡¡¡¡¡
MUY LINDO EL CAMBIO DEL BLOG. BS.
Mabel