
Dardo pedaleaba barranca abajo veloz como su deseo
Melina desde lo alto empequeñecía los ojos mirándolo alejarse ignorando su destino
Detrás de las ventanas deambulaban bostezos de tedio pegándose a los vidrios helados
de casas grises de calles angostas de pueblo perdido de seres incoloros
Dardo huía de las filosas miradas que acompañaban su raudo descenso
Viva era la urgencia …. de la otra dama que esperaba en un tibio lecho de
Dobles almohadas
La noche llevó en el viento los jadeos a la barranca alta
Melina desde lo alto empequeñecía los ojos mirándolo alejarse ignorando su destino
Detrás de las ventanas deambulaban bostezos de tedio pegándose a los vidrios helados
de casas grises de calles angostas de pueblo perdido de seres incoloros
Dardo huía de las filosas miradas que acompañaban su raudo descenso
Viva era la urgencia …. de la otra dama que esperaba en un tibio lecho de
Dobles almohadas
La noche llevó en el viento los jadeos a la barranca alta
© Erica Schworer
® Birlibirloque
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