
He olvidado la memoria.
Mis vestiduras de estrella.
Los atávicos encajes
de un sin fin de espejismos
amarrados a la vida.
Una garza crece en mi carne.
Sobre el agua clara las alas
vierten la figura blanca de aquella
que una vez fui
y nunca regresa.
Apenas un eco vuelve sobre la esperanza.
He olvidado la memoria.
Busqué los disfraces del cuerpo.
Un cristal cubierto de blondas
desdobla
misterios de arena y pájaros.
No reconozco
este cuerpo de plumas al aire.
He olvidado la memoria.
Le prohíbo el regreso al sentir.
Mi rostro aparece detrás de una máscara.
Las manos dibujan en silencio
el deseado milagro.
La herida cerrada.
© Cecilia Ortiz
® Birlibirloque
Mis vestiduras de estrella.
Los atávicos encajes
de un sin fin de espejismos
amarrados a la vida.
Una garza crece en mi carne.
Sobre el agua clara las alas
vierten la figura blanca de aquella
que una vez fui
y nunca regresa.
Apenas un eco vuelve sobre la esperanza.
He olvidado la memoria.
Busqué los disfraces del cuerpo.
Un cristal cubierto de blondas
desdobla
misterios de arena y pájaros.
No reconozco
este cuerpo de plumas al aire.
He olvidado la memoria.
Le prohíbo el regreso al sentir.
Mi rostro aparece detrás de una máscara.
Las manos dibujan en silencio
el deseado milagro.
La herida cerrada.
© Cecilia Ortiz
® Birlibirloque
No hay comentarios:
Publicar un comentario