La angustia me estremece.
No siento más que tirones en la garganta y sin ganas cierro los ojos, me acuesto.
Angustia juega a las visitas. Ofrece el té en una minúscula taza, vacía y deteriorada. No acepto el juego. Me ofrece otra taza: porcelana con bordes de plata, té dorado, cálido, tentador. La rechazo.
Angustia juega a las visitas. Ofrece el té en una minúscula taza, vacía y deteriorada. No acepto el juego. Me ofrece otra taza: porcelana con bordes de plata, té dorado, cálido, tentador. La rechazo.
Se va ofendida y deja todo desordenado: tazas en el piso, debajo de la alfombra, al costado de la cama.
También ha dejado los guantes largos y la cartera.
Volverá, apresurada, como siempre.
No abriré la puerta.
© Cecilia Ortiz
® Birlibirloque
2 comentarios:
Cecilia
Tengo que aprender de ti, a cerrar la puerta a lo que duele y abrir a lo bueno.
Me había quedado esto sin comentar.
Regresé para dejar también un comentario para todas, regresaré a visitarlas.
Que pasen un bello fin de semana.
A. C.
Gracias A. C.
Por el comentario para Abrir la puerta y por el tiempo que dedicaste a leer nuestro blog.
Un gran abrazo de Cecilia
y
8 besos birlibirloqueros
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