Jabalina es dueña de ojos negros, enormes y profundos, con pestañas sedosas.
Hace visitas de continuo, aunque nadie la invite ni la reciba con agrado.
Ronda al elegido astutamente, haciéndole saber que suya será la última palabra.
Se manifiesta de manera diversa: como un ahogo, un vahído, borbotones en el pecho, una melancolía profunda.
A veces de una sola cita logra su objetivo, dejando a su víctima con un gesto de asombro…
Cada quien la elude como puede. Jugando a distraerla de sus malas intenciones. Cantan, ríen, leen o escriben.
Entonces se esconde en los rincones a esperar que se avente el desvarío…
Y finalmente se resuelve el acertijo.
Siempre es Ella, la cazadora, y a su tiempo uno, la presa.
© Lidia A. González
® Birlibirloque
Hace visitas de continuo, aunque nadie la invite ni la reciba con agrado.
Ronda al elegido astutamente, haciéndole saber que suya será la última palabra.
Se manifiesta de manera diversa: como un ahogo, un vahído, borbotones en el pecho, una melancolía profunda.
A veces de una sola cita logra su objetivo, dejando a su víctima con un gesto de asombro…
Cada quien la elude como puede. Jugando a distraerla de sus malas intenciones. Cantan, ríen, leen o escriben.
Entonces se esconde en los rincones a esperar que se avente el desvarío…
Y finalmente se resuelve el acertijo.
Siempre es Ella, la cazadora, y a su tiempo uno, la presa.
© Lidia A. González
® Birlibirloque
2 comentarios:
Me encanta este texto.
Saludos desde "internatural" en Panamá
El Songo
Ocho grandes abrazos desde Buenos Aires, y gracias por tu comentario y visita.
Ocho besos.
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